jueves, 9 de mayo de 2013

Sabia, libre y bella. Simone de Beauvoir.



 Sartre se fijó en Beauvoir cuando ella daba una clase sobre Leibniz, le llamó la atención su brillantez, su belleza, su voz ronca y su rapidez al hablar. 



Simone de Beauvoir ( París, 1908-1986)  fue una escritora, profesora, fenimista y filósofa francesa. Su pensamiento se enmarca dentro del existencialismo. Fue pareja del también filósofo  Jean Paul Sartre.  
 


Obra monumental  El segundo sexo, dos tomos que recorren la historia, la biología, la sociología, la psicología, la mitología e incluso la propia experiencia buscando responder una pregunta esencial: ¿qué es ser mujer?. Se han vertido infinidad de opiniones sobre este libro. Cuando se publicó, en 1949, el escándalo fue tal que Beauvoir tuvo dificultades hasta para sentarse en uno de sus adorados cafés parisinos, donde solía escribir. Una lluvia de insultos y de burlas se desparramó sobre autora y libro: comentarios mordaces sobre la sexualidad y la vagina de la escritora salían catapultados de la boca de prestigiosos intelectuales, y hasta los jóvenes se subían encima de las mesas de los cafés y le cantaban estribillos ofensivos.

El segundo sexo es hoy un texto de referencia fundamental en los estudios de género, ha vendido millones de ejemplares. Apartir de los años 70, en Francia, una generación de mujeres jóvenes buscaron por sí mismas la igualdad de derechos para las mujeres. En poco tiempo consiguieron hitos como la despenalización del aborto. Todas habían leído El segundo sexo. En forma paradójica, Beauvoir, que siempre había rechazado para sí la maternidad, se llenó de hijas. Todas decían que Simone de Beauvoir era la madre del feminismo




Desde los inicios,  (1929) Simone y Sartre,  basan su relación en la honestidad y la libertad. Poseían independencia económica, sentimental y sexual: no estuvieron casados, no vivieron juntos y no tuvieron hijos. Pero siempre permanecieron unidos. Dos mentes maravillosas tuvieron la suerte de encontrarse y decidieron compartir la vida.

Rowley cuenta la  impresionante escena del hospital, cuando Beauvoir se mete en la cama donde yace Sartre, ya muerto, lo que provoca el escándalo de los enfermeros.



Simone fue  ante todo una mujer libre  y comprometida con su tiempo. Su forma de vivir, pensar y amar le granjeó seguidores y enemigos. Pionera del feminismo contemporáneo, sobre todo en lo que respecta a su aspecto político y reivindicativo. También escribió sobre la creación literaria, sobre el desarrollo de la izquierda antes y después de la Segunda Guerra Mundial,  atacó con dureza a la derecha francesa,  y escribió sobre el dolor, la percepción del yo, el psicoanálisis y sobre el existencialismo.





Tuvo amantes de ambos sexos entre ellos a Nelson Algren, escritor, con quien disfrutó del sexo como jamás en su vida lo había hecho: este estado "nutricio" del cuerpo fue descrito en su novela Los mandarines, (1954). Algren le pidió varias veces que se casara con él, pues la idea de compartir a Simone con Sartre lo desquiciaba. Simone siempre se negó a casarse.





 Otro de sus amantes, el documentalista Claude Lanzmann, autor de la famosa película Shoah, que comenzó su relación con ella cuando él tenía 27 años y ella 44, recuerda que Simone le insistía para que saliera también con otras mujeres y opina acerca del particular vínculo que se gestaba con Beauvoir: "Podía contárselo todo. Casi nunca hacía juicios morales. Bueno, no de quienes amaba. Su primera reacción era hacer un esfuerzo para entenderlo y ponerse en la piel del otro"




La vida de Simone y su relación con Sartre ponen en fuerte entredicho, valores muy cotizados en la sociedad como la monogamia, el derecho a la posesión del otro, lo natural de los celos, la heterosexualidad, todos estos conceptos casi sagrados que se mezclan en la complejísima red de relaciones que establecieron los dos escritores entre sí y con un conjunto de personas al que incluso ellos mismos llamaron "la familia".




5 comentarios:

  1. Una mujer muy interesante cuyo pensamiento ha calado hondo en las generaciones femeninas sucesivas. Transgresora, actual y necesaria. Su obra sigue siendo importante para la mujer de hoy.

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  2. Totalmente de acuerdo, su pensamiento no ha perdido vigencia.

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  3. Tendré que leer algo de ella para poder comentar, pero al leer su biografia me hace pensar que era una mujer muy interesante y era una mujer muy adelantada para su tiempo

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  4. Hola, buenas noches. Precioso blog :-)
    A menudo no he podido renunciar a comparar a Simone de Beauvoir con Margaret Mead, en cuanto al conocimiento que la gente tiene de una y otra y a su relevancia. Casi todo el mundo en Europa ha oído hablar de Simone de Beauvoir, pero no de Margaret Mead (en Estados Unidos sí es una figura conocida). Y siempre me ha parecido un poco injusto, sobre todo cuando se habla de los estudios de género. Cierto que SB tuvo mucho impacto, pero M. Mead fue la primera en demostrar empíricamente cómo los items que hoy metemos en esa categoría conceptual que llamamos "género", son un producto de la educación y la cultura y no de la biología. Y salvo sus colegas antropólogos/as, que cerraron filas con ella, fue terrible porque muchos se reían y mofaban de ella. La "machacaron" mucho en su época. Si me perdonáis el atrevimiento, yo casi diría que fue la primera gran pionera (vale, lo confieso, me declaro un fan incondicional de MM). También, igual que SB, tuvo una vida de lo más interesante, aunque en las biografías oficiales se han silenciado muchas cosas, como por ejemplo que tuvo 4 y no 3 parejas como le atribuyen: se ha silenciado porque su última pareja, la definitiva además, era otra mujer. No es el único hecho que se ha "desconsiderado" en las biografías oficiales.
    SB y MM se leían la una a la otra, pero nunca llegaron a conocerse en persona. Es difícil resistirse a una comparación. Confieso mi pasión personal y desmesurada por Margaret Mead :-)
    Un saludo y ánimo con el blog. Merece la pena!

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  5. Gracias Vigne, un comentario muy interesante, se nota tu pasión por Margaret Mead, la transmites, has despertado my curiosidad por leer a Margaret. Mujeres como Simone y Margaret siguen siendo tan necesarias hoy en día como lo fueron en el pasado.
    Saludos
    juana

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