lunes, 29 de abril de 2013

Coger y morir no tienen adjetivos. Alejandra Pizarnik



Mañana
me vestirán con cenizas al alba,
me llenarán la boca de flores.
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración de un animal que sueña.
(Sombras de los días a venir)








Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

(El desperdad)




La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta.

(Cantora nocturna)


No nombrar las cosas por sus nombres. Las cosas tienen bordes
dentados, vegetación lujuriosa. Pero quién habla en la habitación llena
de ojos. Quién dentellea con una boca de papel. Nombres que vienen,
sombras con máscaras. Cúrame del vacío –dije. (La luz se amaba en
mi oscuridad. Supe que no había cuando me encontré diciendo: soy
yo.) Cúrame –dije.
(Continuidad) 



Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola.
Hay alguien aquí que tiembla.


Alejandra Pizarnik
 
Un 29 de abril de 1936 nacía esta escritora argentina, considerada como una de la más importante de la poesía lirica y surrealista del país.

Nacida como Flora Pizarnik, tuvo una infancia complicada. Ya de pequeña padecía lo que se conoce como trastorno límite de la personalidad.

En su paso por la Faculta de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos aires, pero no acabó sus estudios.

Se interesó por la literatura y por el inconsciente, lo que la llevo a interesarse en el psicoanálisis.
Escribió poesías de evidente sensibilidad e inquietud formal marcada por una insinuante imaginería. Sus temas giraban en torno a la soledad, la infancia, el dolor y, sobre todo, la muerte.

Entre 1960 y 1964, vivió en París en donde, entre otras actividades, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Allí entabló amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz.

En 1969 recibió la beca Guggenheim, lo que le permitió viajar a Nueva York, y en 1971 una Fullbright.

El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.

Fuente: Argentina en Noticias

 

1 comentario:

  1. No conocía a esta escritora. ni siquiera su nombre. Lo poco que nos has adelantado me parece precioso y digno de ser ampliado, cosa que pienso hacer cuanto antes. Gracias Juana.

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